¿Por qué debes aislar tu casa?
Como mínimo, el 70% de nuestro parque de viviendas usa demasiada energía. Si quieres rehabilitar tu casa para lograr mayor confort y reducir el consumo de energía, es esencial que la aisles.

Será más confortable
En invierno, las paredes y ventanas sin aislar están frías y producen frío, aunque el aire interior de la estancia esté caliente.
Ahorrarás más energía
El aislamiento reduce la pérdida de calor o frío a través de paredes, techo, ventanas y suelos, lo que se reduce considerablemente el consumo de energía.
Tendrá más valor
Si quieres vender o alquilar tu casa, te será más fácil porque obtendrás una clasificación superior en el certificado energético.
Requerirá menos mantenimiento
Una casa bien aislada envejece mejor. El aislamiento, combinado con una ventilación eficiente, limita el riesgo de condensación y el deterioro que conlleva.
Existen muchas soluciones para mejorar el rendimiento energético de tu casa dependiendo de su estado y del uso que le das.
En cualquier caso debes elegir buenos materiales y profesionales con experiencia que los instalen correctamente.
¿Qué características debe reunir un buen aislamiento?
1. Ventilación eficaz
El aire de los edificios contiene vapor de agua proveniente de sus ocupantes y sus actividades. Para controlar esta humedad, el aislamiento debe combinarse siempre con un sistema de ventilación eficiente, controlada o asistida mecánicamente: ventilación mecánica controlada (VMC), sensible a la humedad, doble flujo…
2. Eliminación de la condensación
En invierno, el vapor de agua se enfría gradualmente al atravesar las paredes desde el interior hacia el exterior, provocando condensación de agua, aparición de moho y deterioro de la pintura. Esta transferencia de humedad es más o menos importante según los materiales que forman las paredes, por lo que es crucial tenerla en cuenta a la hora de elegir el aislamiento más adecuado.
Nunca se debe aislar una pared con signos de humedad. Es necesario un diagnóstico profesional previo para identificar qué partes de la envolvente requieren tratamiento antes de ser aisladas.


3. Supresión de los puentes térmicos
Un puente térmico es una zona de la envolvente de un edificio en la que se transmite más fácilmente el calor o frío que en las zonas vecinas, debido a una variación de la resistencia térmica. Es, por tanto, un lugar en el que se rompe la superficie aislante.
El frio o el calor exterior se transmiten más rápidamente al interior de la vivienda, pudiendo provocar condensación y acumulación de humedad. Para evitar los puentes térmicos es necesario asegurar la continuidad en el aislamiento de la envolvente
¿Dónde se localizan los puentes térmicos?
- Entre las paredes y los marcos de las ventanas.
- En las juntas de techos y paredes, suelos y paredes, y entre paredes y balcones.
- En vigas, postes, puntos de fijación…
4. Eliminación de las infiltraciones de aire
Las infiltraciones no deseadas de aire pueden provocar un aumento significativo de la factura de climatización. Reducen el bienestar de la vivienda y pueden compremeter la utilidad del aislamiento y el funcionamiento de una correcta ventilación.
Para evitarlas, es imprescindible poner especial atención a todas las juntas (albañilería, carpintería, instalación eléctrica, etc.) en el proceso de aislamiento.
Para evitar pérdidas de calor o frío
- Aisla las cajas de las persianas.
- Trata la hermeticidad de las puertas que acceden a partes de la casa sin climatizar (garaje, trastero).
- Condena las chimeneas inutilizadas para evitar la entrada de aire a través del conducto.